En este post te hablaremos sobre: Rías Altas - Trece (Ferrol), Morouzos (Ortigueira), Esteiro (Xove), San Antonio (Cobas) y Arealonga (Foz). Rías Baixas - Melide (Oia), Foxos (O Grove), Con Negro (Sanxenxo), Nerga (Cangas) y Vilar (A Guarda). Playas vírgenes con acceso algo más complicado que las mantiene alejadas del turismo masivo.
Por qué estos arenales gallegos siguen siendo un secreto bien guardado
Mientras miles de turistas se agolpan cada verano en las Catedrales o en las Islas Cíes, existe una Galicia costera que permanece prácticamente intacta. No es casualidad. Estos 10 arenales han logrado mantener su esencia salvaje gracias a una combinación perfecta de factores que los protegen del turismo masivo.
El primero es su accesibilidad limitada. A diferencia de las playas con parking y chiringuito a pie de arena, llegar a estos arenales requiere cierto espíritu aventurero. Senderos sin señalizar, bajadas pronunciadas entre acantilados o caminos rurales que no aparecen en Google Maps son sus mejores guardianes. El arenal de Trece, por ejemplo, obliga a caminar 20 minutos por un sendero costero que muchos turistas de paso no están dispuestos a recorrer.
La estacionalidad extrema es otro factor clave. Mientras que destinos como Sanxenxo o Baiona funcionan gran parte del año, estos arenales muestran su verdadera belleza en los meses menos obvios. Entre octubre y abril, cuando el Atlántico gallego se vuelve más bravo y el clima menos predecible, es precisamente cuando estas playas despliegan toda su majestuosidad.
También influye la falta de promoción turística institucional. Muchos ayuntamientos gallegos prefieren mantener en secreto sus joyas costeras para preservarlas del deterioro que sufren otros destinos masificados. Es una estrategia consciente de turismo sostenible que prioriza la conservación sobre los ingresos rápidos.
Por último, está el factor cultural. Los gallegos han desarrollado históricamente una relación muy íntima con su costa. Estos arenales forman parte del paisaje cotidiano de pescadores, mariscadores y lugareños que los consideran extensiones de su hogar, no atracciones turísticas.
El resultado es una costa gallega de dos velocidades: la que aparece en las guías y la que solo conocen quienes se toman tiempo para explorar de verdad.
Los 5 arenales vírgenes de las Rías Altas que tienes que conocer ya
Las Rías Altas conservan algunos de los rincones costeros más auténticos de Galicia. Desde Ferrol hasta Foz, esta zona concentra playas que aún mantienen su carácter salvaje gracias a su ubicación remota y accesos complicados. Aquí tienes cinco arenales que debes visitar antes de que aparezcan en todas las guías turísticas.
1. Playa de Trece (Ferrol, A Coruña)
Ubicada en la península de Valdoviño, la playa de Trece es un arenal de 800 metros flanqueado por dunas y acantilados graníticos. Su nombre proviene de los trece kilómetros que la separan del centro de Ferrol, una distancia que ha funcionado como barrera natural contra el turismo masivo.
Cómo llegar: desde Valdoviño pueblo, toma la carretera hacia Cabo Frouxeira y continúa por un sendero de tierra durante 15 minutos a pie. No hay señalización turística, solo indicaciones locales.
Por qué es especial: las corrientes atlánticas han formado una piscina natural entre las rocas del extremo oeste, perfecta para un baño más tranquilo cuando el mar está bravo. Los surfistas locales la conocen como "la joya escondida" por sus olas consistentes de octubre a marzo.
2. Arenal de Morouzos (Ortigueira, A Coruña)
Este arenal de 1,2 kilómetros se extiende entre Punta Estaca de Bares y la ría de Ortigueira. Morouzos destaca por su arena blanca casi dorada y un sistema dunar protegido que alberga especies vegetales únicas del litoral gallego.
Cómo llegar: desde Ortigueira, sigue la DP-2205 hacia Estaca de Bares. A tres kilómetros del pueblo, un desvío a la izquierda lleva a un pequeño aparcamiento desde donde se camina 10 minutos por un sendero entre eucaliptos.
Por qué es especial: forma parte del Paisaje Protegido de la Costa Ártabra. Durante la bajamar se pueden ver los restos del pecio "Carmen", un barco pesquero encallado en 1987 que ahora sirve de refugio a diversas especies marinas.
3. Playa de Esteiro (Xove, Lugo)
Esteiro es técnicamente una playa fluvial que se conecta con el Cantábrico durante las pleamares. Sus 600 metros de longitud ofrecen la experiencia única de bañarse en agua dulce o salada según la marea y la época del año.
Cómo llegar: desde Xove, toma la LU-162 hacia Viveiro durante 4 kilómetros. Un camino rural sin asfaltar (indicado solo con una pequeña placa de madera) desciende hacia la desembocadura del río Esteiro.
Por qué es especial: es el único arenal gallego donde conviven agua dulce y salada de forma natural. Los pescadores locales vienen aquí por las lubinas que remontan el río, y los ornitólogos por las especies migratorias que descansan en la laguna interior.
4. Arenal de San Antonio (Cobas, Lugo)
Con apenas 400 metros de extensión, San Antonio es quizá el arenal más recóndito de esta lista. Protegido por acantilados de pizarra de más de 50 metros, solo es accesible durante la bajamar por un sendero que requiere cierta agilidad física.
Cómo llegar: desde Cobas (parroquia de Barreiros), sigue las indicaciones hacia "San Antonio" por una pista forestal. El sendero final desciende por una grieta natural en el acantilado. Solo recomendable con marea baja y buen tiempo.
Por qué es especial: queda completamente aislado durante la pleamar, creando una sensación de isla privada. Los geólogos vienen aquí a estudiar las formaciones de pizarra y cuarzo que emergen durante la bajamar, algunas con más de 400 millones de años.
5. Playa de Arealonga (Foz, Lugo)
Arealonga cierra esta selección con sus 900 metros de arena fina y dorada. Situada entre la más conocida playa de Las Catedrales y el puerto de Foz, permanece en el anonimato pese a su belleza comparable.
Cómo llegar: desde Foz, toma la carretera hacia Barreiros (N-642) y desvía en el kilómetro 3 hacia "Arealonga-Fazouro". Un parking pequeño marca el inicio de una bajada de 200 metros entre pinos.
Por qué es especial: cuenta con una pequeña cascada de agua dulce que cae directamente sobre la arena durante los meses húmedos. Los locales la llaman "a ducha da praia" y la utilizan para quitarse la sal después del baño.
Consejo local: todos estos arenales funcionan con las mareas. Consulta la tabla de mareas de Ferrol o A Coruña antes de visitarlos, ya que algunos caminos se vuelven impracticables con temporal.
Las 5 joyas escondidas del sur gallego que aún puedes disfrutar en soledad
Las Rías Baixas albergan algunos de los paisajes costeros más espectaculares de Galicia, pero lejos de las multitudes que invaden Sanxenxo o las Cíes. Estos cinco arenales mantienen su autenticidad gracias a accesos complicados, falta de servicios turísticos o simplemente porque los lugareños prefieren mantenerlos en secreto.
6. Playa de Melide (Oia, Pontevedra)
No confundir con el pueblo lucense, esta playa de Melide se encuentra en la frontera con Portugal, en el municipio de Oia. Sus 700 metros de arena blanca están protegidos por el monte de Santa Trega y solo es conocida por los habitantes de los pueblos cercanos.
Cómo llegar: desde Oia centro, toma la PO-552 hacia A Guarda durante 2 kilómetros. Un desvío señalizado como "Melide-Porto" desciende por una carretera estrecha hasta un pequeño aparcamiento. Camina 15 minutos por un sendero entre viñas.
Por qué es especial: durante la bajamar aparece una lengua de arena que conecta con el islote de Melide, creando una piscina natural de agua tibia. Los pescadores de percebe vienen aquí por las rocas del extremo sur, consideradas entre las mejores de la costa pontevedresa.
7. Arenal de Foxos (O Grove, Pontevedra)
Foxos se esconde en la península de O Grove, separado de las populares playas de La Lanzada por una barrera de dunas y pinos. Sus 500 metros de longitud ofrecen vistas directas a la isla de Ons sin las aglomeraciones de las playas principales.
Cómo llegar: desde O Grove pueblo, sigue la carretera hacia La Lanzada (PO-308) pero desvía por un camino rural indicado como "Foxos-San Vicente" antes de llegar al complejo turístico. El sendero final atraviesa una pequeña masa forestal.
Por qué es especial: forma parte del Parque Natural del Complexo Dunar de Corrubedo y las lagunas de Carregal y Vixán. Sus aguas están protegidas del oleaje atlántico, manteniendo temperaturas 2-3 grados más altas que en La Lanzada.
8. Playa de Con Negro (Sanxenxo, Pontevedra)
Irónicamente ubicada en el corazón turístico de las Rías Baixas, Con Negro permanece prácticamente desconocida por su acceso complicado y la ausencia total de servicios. Sus 300 metros de arena oscura contrastan con las playas doradas cercanas.
Cómo llegar: desde Sanxenxo centro, dirígete hacia Portonovo por la carretera costera. A la altura del camping Bayona, un sendero apenas visible desciende entre las rocas. Solo accesible a pie y con marea baja.
Por qué es especial: su arena negra proviene de los afloramientos de pizarra que caracterizan esta zona de la costa. Los buceadores la prefieren por la claridad del agua y la abundancia de especies marinas que se refugian entre las rocas sumergidas.
9. Arenal de Nerga (Cangas, Pontevedra)
Nerga es técnicamente una cala dentro de la ría de Vigo, pero su orientación al noroeste y su amplitud (600 metros) la convierten en un auténtico arenal atlántico. Queda fuera de las rutas turísticas habituales de Cangas.
Cómo llegar: desde Cangas, toma la carretera hacia Hío (PO-551) durante 4 kilómetros. Un desvío indicado solo con una pequeña placa lleva a un aparcamiento rudimentario. El descenso a la playa se hace por un sendero empinado de 10 minutos.
Por qué es especial: es el único arenal de la ría de Vigo donde se puede ver la puesta de sol directamente sobre el mar. Los windsurfistas locales la conocen por sus vientos constantes de tarde, especialmente entre abril y octubre.
10. Playa de Vilar (A Guarda, Pontevedra)
Vilar cierra la costa gallega antes de Portugal con un arenal de 800 metros que combina arena fina, aguas cristalinas y un entorno completamente virgen. Su ubicación en el extremo sur de Galicia la mantiene alejada de los circuitos turísticos principales.
Cómo llegar: desde A Guarda, sigue la carretera hacia el faro de Santa Trega (PO-552) durante 3 kilómetros. Un camino rural sin asfaltar desciende hacia la desembocadura del río Miño. Parking limitado y sendero de 20 minutos.
Por qué es especial: es la única playa gallega desde donde se ve simultáneamente la desembocadura del Miño, la costa portuguesa y las islas Cíes en el horizonte. Los arqueólogos han encontrado aquí restos de asentamientos castreños de más de 2.000 años.
Consejo para las Rías Baixas: estas playas funcionan mejor entre octubre y mayo, cuando las temperaturas son más suaves pero las multitudes han desaparecido. Lleva agua y comida, ya que ninguna tiene servicios cerca.
Cómo llegar a estos arenales sin GPS (y por qué merece la pena perderse)
La mayoría de estos arenales secretos no aparecen en Google Maps o, si lo hacen, las indicaciones son imprecisas. Esto forma parte de su encanto: llegar hasta ellos requiere preguntar a los lugareños, seguir señales caseras y, a veces, aceptar que te has equivocado de camino. Aquí tienes las claves para navegar hasta estas playas sin depender completamente de la tecnología.
Descarga mapas offline antes de salir
Las zonas costeras gallegas tienen cobertura irregular, especialmente en los accesos rurales a estas playas. Descarga los mapas de la zona en Apps como Maps.me o Organic Maps antes de salir de casa. Marca los puntos de referencia principales: Valdoviño para Trece, Ortigueira para Morouzos, los núcleos rurales cercanos a cada arenal.
Pregunta en los bares y negocios locales
Los bares de pueblo son tu mejor fuente de información real. Los dueños conocen cada sendero y cada cambio estacional en los accesos. Una pregunta tipo "¿sabes cómo se baja a la playa de Foxos?" te dará indicaciones más precisas que cualquier navegador.
Frases útiles en gallego:
- "¿Onde está a praia de...?" (¿Dónde está la playa de...?)
- "¿Hai que camiñar moito?" (¿Hay que caminar mucho?)
- "¿Está accesible agora?" (¿Está accesible ahora?)
Busca las señales caseras y los coches aparcados
Los accesos a estos arenales suelen estar marcados con señales improvisadas: postes de madera pintados a mano, mojones de piedra o simplemente senderos más marcados entre la vegetación. Si ves 2-3 coches aparcados en un lugar que parece no llevar a ningún sitio, probablemente has encontrado el acceso correcto.
Respeta los horarios de marea
Algunos de estos arenales solo son accesibles con marea baja o se vuelven peligrosos con temporal. Consulta la tabla de mareas de Ferrol (para Rías Altas) o Vigo (para Rías Baixas) antes de salir. Los lugareños recomiendan visitar estas playas 2 horas antes y 2 horas después de la bajamar.
Lleva calzado apropiado y agua
Los senderos de acceso no están acondicionados: piedras sueltas, barro en invierno, arena suelta en las dunas. Unas zapatillas de trekking ligeras son suficientes. Lleva agua y algo de comida, porque no hay servicios en ninguna de estas playas.
Respeta la propiedad privada
Muchos accesos atraviesan fincas privadas donde los propietarios han permitido tradicionalmente el paso. No dejes basura, no hagas ruido excesivo y cierra las cancelas que encuentres abiertas. La supervivencia de estos arenales secretos depende de mantener buenas relaciones con los vecinos.
Usa el sol como brújula
Si te pierdes, recuerda que la costa gallega mira al oeste y noroeste. Por la mañana, el sol está a tus espaldas cuando caminas hacia el mar; por la tarde, lo tienes de frente. Es un truco básico pero efectivo cuando el GPS falla.
Reserva un día completo para cada arenal
No trates de visitar varios en el mismo día. Entre encontrar el acceso, bajar, disfrutar de la playa y volver, cada arenal requiere entre 3-4 horas mínimo. La prisa es incompatible con estos lugares; forman parte de un ritmo de vida más pausado que merece respeto.
Habla con otros visitantes
Si encuentras a alguien más en la playa, probablemente sea un local o un conocedor experimentado. La comunidad de "buscadores de arenales secretos" es pequeña y generosa con la información. Una conversación de 5 minutos puede revelarte otros rincones que no aparecen en ninguna guía.
Por qué merece la pena perderse: estos desvíos y búsquedas forman parte de la experiencia auténtica. Cada playa conquistada después de un pequeño "adventure" se recuerda de forma más intensa que cualquier destino turístico convencional. Además, el proceso de llegar hasta ellas te conecta con el territorio de una manera que Google Maps nunca conseguirá.
El momento perfecto para visitar cada arenal sin multitudes
El secreto para disfrutar estos arenales en completa soledad no está solo en conocer su ubicación, sino en elegir el momento adecuado. Cada estación, cada hora del día y cada condición meteorológica ofrece una experiencia diferente en estas playas vírgenes.
Invierno (diciembre-febrero): el momento más auténtico
Contrariamente a lo que piensas, el invierno es la época dorada para estos arenales. Las temperaturas oscilan entre 8-15°C, perfectas para caminar, y las playas están completamente desiertas. Los temporales de enero y febrero crean espectáculos naturales únicos: olas de 4-5 metros en Trece, cascadas temporales en los acantilados de San Antonio, y mareas vivas que transforman completamente la morfología de Esteiro.
Mejores arenales de invierno: Morouzos (espectacular con temporal del noroeste), Arealonga (la cascada alcanza su máximo caudal), Vilar (atardeceres dramáticos sobre el Miño).
Qué llevar: cortavientos impermeable, calzado con buen agarre, termo con bebida caliente.
Primavera (marzo-mayo): el despertar perfecto
La primavera gallega es impredecible pero mágica. Temperaturas de 12-20°C, días largos y el campo verde intenso que solo se ve en esta época. Los arenales se llenan de flores silvestres: retama en las dunas, brezo en los acantilados, narcisos salvajes en los valles que bajan al mar.
Calendario específico:
- Marzo: Foxos y Con Negro están en su mejor momento, con agua aún fría pero sol suficiente para tomar el primer baño del año
- Abril: Trece y Morouzos ofrecen las mejores condiciones para fotografía, con luz dorada y contraste máximo entre verdes y azules
- Mayo: Nerga y Melide son perfectas para picnic, con temperaturas de 18-22°C y agua ya aceptable
Otoño (septiembre-noviembre): la temporada secreta
El otoño es el momento mejor guardado. Septiembre mantiene el agua a 18-20°C tras el calentamiento estival, pero las multitudes han desaparecido completamente. Octubre ofrece los mejores atardeceres del año en las playas orientadas al oeste (Nerga, Vilar), con cielos despejados y luz dorada.
Por qué el otoño es especial: los temporales atlánticos empiezan a formar las grandes olas que atraen a surfistas locales, pero solo los fines de semana. Entre semana, estos arenales recuperan su silencio original.
Verano (junio-agosto): solo para madrugadores
Si visitas estos arenales en verano, hazlo antes de las 9:00 o después de las 19:00. Las temperaturas pueden superar los 25°C y, aunque siguen siendo mucho menos concurridos que las playas principales, algunos locales y turistas informados empiezan a descubrirlos.
Estrategia veraniega: combina playa de madrugada (7:00-10:00) con siesta y segunda sesión al atardecer (19:00-21:00). El agua alcanza su máxima temperatura (20-22°C) y la luz es perfecta para fotografía.
Calendario de mareas: la clave olvidada
Estos arenales funcionan con las mareas atlánticas, especialmente:
- Mareas vivas (lunas nueva y llena): máxima diferencia entre alta y baja. Ideal para explorar pozas intermareales y acceder a zonas normalmente sumergidas
- Mareas muertas (cuartos de luna): diferencia mínima. Mejor para baño y actividades acuáticas
Consulta imprescindible: tabla de mareas de Ferrol (Rías Altas) o Vigo (Rías Baixas). Apps recomendadas: "Mareas Galicia" o "Tides Near Me".
Horarios mágicos según el arenal
Amanecer (6:30-8:00): Vilar, Melide y Arealonga miran al este y reciben luz dorada directa Mediodía (12:00-14:00): Esteiro y San Antonio quedan protegidos del viento y ofrecen temperaturas más cálidas Atardecer (19:00-21:00): Trece, Nerga y Foxos son perfectos para ver la puesta de sol.
Condiciones meteorológicas ideales
- Viento del sur: calma el oleaje y eleva 2-3°C la temperatura del agua
- Anticiclón: garantiza varios días seguidos de buen tiempo, ideal para planificar excursiones
- Después de temporal: los arenales quedan "lavados", con arena más fina y agua cristalina
Evita: vientos del noroeste superiores a 40 km/h (hacen peligrosos los accesos), niebla persistente (común en mayo-junio), y mareas vivas con temporal (algunos senderos quedan cortados).
La clave está en ser flexible con los planes y consultar las condiciones 24 horas antes. Estos arenales premian la paciencia con experiencias que ninguna playa masificada puede ofrecer.
¿Por qué estos arenales no son tan conocidos como las Catedrales?
La playa de las Catedrales en Ribadeo se convirtió en fenómeno turístico por su fácil acceso desde la carretera nacional y su impacto visual inmediato. Estos diez arenales permanecen secretos por tres razones principales: accesos complicados que requieren caminar entre 10-20 minutos por senderos sin señalizar, ausencia de servicios turísticos (parking, chiringuitos, socorristas) y promoción limitada por parte de los ayuntamientos locales, que prefieren preservar su carácter natural.
Además, muchos dependen de las condiciones de marea para ser accesibles o mostrar su máximo esplendor, lo que los hace menos "predecibles" para el turismo convencional que busca garantías.
¿Cuál es el mejor momento del año para visitarlos?
Otoño (septiembre-noviembre) es la temporada ideal: agua aún templada tras el verano (18-20°C), ausencia total de multitudes y condiciones meteorológicas estables. Primavera (abril-mayo) ofrece paisajes espectaculares con el campo verde y florecido, aunque el agua esté más fría.
El invierno es perfecto para los amantes de la naturaleza salvaje: temporales atlánticos, cascadas temporales y soledad absoluta, pero requiere equipo adecuado y experiencia en senderismo costero.
Evita julio y agosto si buscas autenticidad; aunque siguen siendo menos concurridos que las playas principales, algunos lugareños y turistas informados empiezan a descubrirlos.
¿Necesito algún equipo especial para llegar a estas playas?
- Calzado: zapatillas de trekking ligeras con buen agarre son suficientes. Los senderos tienen piedras sueltas, arena suelta en dunas y pueden estar resbaladizos tras la lluvia.
- Ropa: cortavientos impermeable (el tiempo cambia rápidamente en la costa), protección solar (la reverberación del agua es intensa), y una mochila pequeña para llevar agua y comida.
- Opcionales útiles: bastones de trekking para los descensos más pronunciados (San Antonio, Nerga), cámara estanca o funda para el móvil, termo con bebida caliente en invierno.
No necesitas equipo de escalada ni experiencia técnica, pero sí cierta forma física para caminar por terreno irregular.
¿Hay servicios cerca de estos arenales?
No. Ninguno de estos arenales cuenta con servicios turísticos: ni chiringuitos, ni baños públicos, ni alquiler de sombrillas, ni socorristas. Esta ausencia de infraestructura es precisamente lo que los mantiene vírgenes.
Los servicios más cercanos están en los núcleos urbanos de referencia: Ferrol (para Trece), Ortigueira (para Morouzos), Foz (para Arealonga), O Grove (para Foxos), etc. Calcula entre 15-30 minutos en coche desde cada arenal hasta el pueblo más cercano con servicios completos.
Recomendación: lleva agua, comida y todo lo necesario para pasar el día. Considera esto parte de la experiencia de desconexión auténtica.
¿Son seguros para ir con niños?
Depende de la edad y experiencia de los niños. Aptos para familias con niños mayores de 8-10 años: Morouzos, Foxos y Arealonga tienen accesos relativamente fáciles y aguas más protegidas.
Requieren precaución especial: Trece (corrientes fuertes), San Antonio (acceso técnico por acantilado), Esteiro (cambios de salinidad del agua), Con Negro (acceso solo con marea baja).
Todos requieren supervisión constante porque no hay socorristas. Las corrientes atlánticas pueden ser traicioneras, especialmente para nadadores inexpertos.
Alternativa familiar: visita primero Foxos o Morouzos para evaluar la comodidad de tu familia con este tipo de excursiones antes de aventurarte a los más remotos.
La costa gallega guarda muchos más secretos como estos, repartidos entre calas escondidas, miradores inaccesibles y senderos que solo conocen los paisanos. Si estos arenales han despertado tu curiosidad por explorar la Galicia menos conocida, en el museo de la cerveza Estrella Galicia tenemos más para ti: visitas guiadas y tours cerveceros para que disfrutes de la cultura cervecera local y la gastronomía de proximidad.
Porque descubrir Galicia auténtica se disfruta mejor acompañado de quien realmente conoce cada piedra, cada marea y cada historia del territorio.
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