Aún cuando los estudios realizados entre 1855 y 1875 por el francés Louis Pasteur establecieron los fundamentos de la microbiología cervecera, determinando el papel de la levadura en la fermentación alcohólica, fue el trabajo de otro científico menos conocido el que llevó a esta rama a un nuevo estadio.
El ser humano ha elaborado cerveza en sus hogares desde hace miles de años. La conformación de los gremios de artesanos, primero, y la Revolución Industrial más adelante, terminaron con esta práctica. Las cervecerías comerciales garantizaban productos más estables a unos precios muy asequibles.
Entonces, ¿por qué se ha vuelto a elaborar cerveza en casa?
LOS ORÍGENES DEL HOMEBREWING
Los orígenes del “homebrewing“ o elaboración casera de cerveza están bastante claros. La Prohibición estadounidense impidió la producción y comercialización de bebidas con alcohol, pero el hábito de dar cuenta de un par de botellas de cerveza en el porche de casa tras un duro día de trabajo no podía eliminarse de la noche a la mañana. Aquellos que no querían pagar el sobreprecio de los horribles brebajes que comercializaban los gánsteres y tenían dificultades para encontrar los ingredientes necesarios para elaborar cerveza en el cobertizo del patio trasero contaron con un aliado.
LA POPULARIZACIÓN DEL HOMEBREWING
Cerveceras como Anheuser-Busch, Pabst, Miller o Schlitz reconvirtieron su capacidad productiva durante la “Ley Seca” a un sinfín de actividades, ente ellas la fabricación de extracto de malta.
Promocionado como un gran ingrediente para cocinar pan, guisos o postres, la realidad es que esta melaza fue la base para que toda una generación comenzase a fabricar cerveza en casa. Los aficionados eran tan numerosos que las autoridades estimaban que en 1929 se fabricaban en casa unos 25 millones de hectolitros de cerveza, una cifra muy cercana a la vendida legalmente antes de la Prohibición.
La abolición de la Ley Seca terminó en gran medida con esta “afición”, pero treinta años más tarde reapareció con fuerza.
LA COMUNIDAD DE HOMEBREWERS
El movimiento hippy y sobre todo el “hágalo usted mismo” de autores partidarios de la vida autosuficiente como el inglés John Seymour animaron a una nueva generación a elaborar sus propios productos. Coincidió además con un momento en el que las cerveceras estadounidenses y británicas estaban optado por productos sin carácter y personalidad.
Sin duda, los “experimentos” de los primeros homebrewers fueron un fracaso, pero a mediados de la década de 1970 ya se había formado una comunidad de elaboradores y tiendas especializadas que compartían sus conocimientos y organizaban concursos. Inspirados por personajes como el escritor Michael Jackson y sus colegas Dave Line y Fred Eckhardt, los homebrewers agrupados bajo la American Homebrewers Association fundada por Charlie Papazian son considerados uno de los pilares básicos de la llamada “Craft Beer Revolution”. Esto es así, porque de su seno salieron muchos de los que serían los más exitosos cerveceros artesanales de Estados Unidos.
En la actualidad, el homebrewing gana adeptos cada día en todo el mundo. Solo en Norteamérica se estima que hay más de un millón de cerveceros caseros, un 40% de los cuales han entrado en este hobby en los últimos cuatro años.