Conoce a continuación las tres leyendas más famosas de Galicia y su origen histórico.
Galicia, tierra de leyendas e historias para no dormir, ha alimentado desde siempre cuentos de ensueño, de terror o de grandes hazañas heroicas.
En nuestro territorio da la casualidad de que tenemos monumentos y lugares que han dado pie a cuentos de boca a boca hasta el día de hoy. Así que no puedes venir a Galicia sin conocer las 3 leyendas más famosas de Galicia. Así enriquecerás tu visita a nuestros lares y te irás a dormir aprendiendo algo nuevo.
¡Empezamos!
LA LEYENDA DE HÉRCULES Y GERIÓN: DEL MITO A LA TORRE
El encargado de promover esta leyenda fue el rey Alfonso X El Sabio, en el s.XIII, en la obra Estoria de Espanna.
Cuentan que las tierras situadas entre el Duero y el Tajo vivían en sombra y desconcierto debido a la presencia de un gigante llamado Gerión. Este gigante trataba duramente a los que allí residían, con crueldad y despiadado, castigando de mil formas a aquellos que osaban enfrentarse a él.
Nadie tuvo valor de hacerlo y nadie podía enfrentarse a su colosal fuerza, pero la situación se volvió tan insostenible que los habitantes de la zona comenzaron a rezar a los dioses del Olimpo para que echasen a Gerión de sus tierras.
Fue el dios Zeus quien atendió esa llamada, mandando nada más y nada menos a su hijo, el famoso semidiós Hércules. De hecho, fue la clave para que este héroe pudiera completar el décimo de sus doce trabajos como penitencia por haber asesinado a su familia en un ataque de locura provocado por la diosa Hera.
Hércules encontró a Gerión en Brigantium y cuentan que la cruenta batalla duró un total de tres días y tres noches, saliendo vencedor el héroe griego. Este le cortó la cabeza y la enterró junto al mar. Después, erigió encima una torre – faro y ayudó a los lugareños a poblar la zona de los alrededores.
Entre esos lugareños destacaba una mujer, cuyo nombre era Cruña, la cual se dice que fue la primera en llegar y que dio lugar al nombre de la ciudad de A Coruña. Otras versiones narran también como Hércules reinició de nuevo su vida con ella y que fue el sobrino del héroe, Espán, quien acabó las obras de la Torre de Hércules para que funcionasen como faro y advertencia contra los enemigos.
A raíz de aquí, fíjate en el escudo de la ciudad de A Coruña. La calavera que está situada bajo el pilar es el símbolo que retrata esta leyenda.
LA SANTA COMPAÑA Y EL CAMINO DE SANTIAGO
Si estás en pleno proceso de hacer el Camino de Santiago, esta leyenda te resultará muy curiosa y te explicarás el motivo de la existencia de los famosos cruceiros.
Antes de empezar a contar la historia de la Santa Compaña, debemos definir primero qué es exactamente. Se trata de una procesión un tanto particular, ya que está compuesta de almas en pena que vagan por los caminos en las noches más cerradas. Todos los ruidos acallan, el aire se torna más gélido y se pueden oír en el ambiente los gemidos lúgubres de los espíritus que componen esta siniestra procesión.
Realmente, la Santa Compaña no es producto del imaginario gallego, en realidad su origen histórico se desconoce y se estima que ya en tiempos romanos se mencionaban a las almas de los caídos en batalla en los lugares donde había habido una masacre. En la mitología nórdica se conoce también como “la caza salvaje”, aquellos espíritus que no habían sido guiados por las valquirias al Valhalla.
Centrándonos ya en Galicia, los lugareños mencionan que la Santa Compaña vaga por los bosques gallegos y que a la cabeza de la procesión va siempre un mortal con una cruz o un caldero con agua. Este mortal está condenado a morir vagando por los bosques a no ser que consiga pasarle a otro mortal su cruz o caldero, de ahí que los peregrinos que hacen el Camino deban protegerse por la noche si se encuentran con esa procesión.
Las opciones que tenían los peregrinos para protegerse de la Santa Compaña eran: tumbarse boca abajo, trazar la cruz de Salomón con tiza y sal o simplemente salir corriendo. Pero aquí es donde entran los cruceiros: si el peregrino descansaba cerca de uno, la Santa Compaña no podía tocarlo.
LA TUMBA DEL APÓSTOL SANTIAGO
No podemos hablar de las leyendas gallegas más famosas sin mencionar al apóstol Santiago, cuya tumba es el gran motivo de peregrinaje a nivel mundial por tierras gallegas.
La historia cuenta que el apóstol Santiago fue destinado a predicar el Evangelio de Jesús en Hispania, dado que fue uno de los tres apóstoles más cercanos al Hijo de Dios junto con san Pedro y san Juan.
Volvió a Jerusalén debido a que se le apareció la Virgen María pidiéndole que regresase de Hispania dado que estaba próxima su muerte. Desgraciadamente, al volver a Nazaret, se topó con la persecución de Herodes Agripa I a todos aquellos que profesaban fe cristiana. Santiago fue entonces capturado y murió martirizado.
Tras su muerte, el rey Herodes no permitió que su cuerpo fuese enterrado, pero los discípulos de Santiago recogieron su cuerpo en secreto y trasladaron su cuerpo hasta una barca sin timón, dejando que “fuera Dios quien la guiase”. Llegó hasta el puerto romano de Iria Flavia, la capital gallega romana.
Como Santiago había predicado en ese lugar, los habitantes reconocieron inmediatamente el cuerpo y le dieron un entierro digno. A partir de aquí, se producen todo tipo de hazañas e historias para descubrir el lugar de enterramiento exacto que provocó que se erigiera un mausoleo en su nombre y, a raíz de la invasión musulmana, que alcanzase tal popularidad como para ser símbolo del cristianismo a nivel mundial.
En realidad no se sabe si la tumba pertenece realmente al santo, pero tal fue su poder de influencia que ninguna revelación científica puede borrar la leyenda.
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