¿Sabías que Egeria, la primera viajera de la historia, era gallega?

A lo largo de la historia no son pocos los que han buscado plasmar en lápiz y papel todas y cada una de las aventuras que vivían fuera de su ciudad natal. Ahora con las redes sociales es fácil dejar una instancia de tu presencia en cualquier lugar del mundo, pero en el siglo IV era más bien complicado. No todos sabían leer y escribir y los que sabían debían narrarlo todo por escrito.

Y sin embargo, gracias precisamente a estos intrépidos viajeros del medievo, contamos con el suficiente conocimiento como para volver atrás en la historia e imaginarnos cómo era la vida muchos siglos atrás. 

Hace poco descubrimos una verdad que nos encantó: si ya de por si viajar en aquellos tiempos era complicado, para las mujeres era aún más peligroso. Aún así, hubo algunas privilegiadas que se atrevieron, y entre ellas destacamos una: Egeria. 

¿Y por qué la destacamos? Primero, porque fue la primera mujer en la historia en escribir una crónica completa de sus viajes (podemos decir incluso que fue “la primera turista”) y segundo, ¡porque era gallega!

Sí, exacto, los gallegos ya en el siglo IV nos lanzábamos a la aventura sin pensarlo dos veces. Si María Pita fue capaz de repeler a los ingleses en 1589, ya antes Egeria se atrevió a coger sus bártulos y lanzarse al mundo. 

¿Quién fue Egeria? ¿Por qué comenzó su viaje? ¿Dónde viajó y dónde registró sus memorias? Atiende, que te lo contamos todo a continuación.

Orígenes de Egeria, la primera viajera gallega

Se la conoce con diversos nombres: Eteria, Aetheria o Etheria, e incluso Arteria o Geria, aunque ha sido Egeria el que más ha trascendido en la historia.

No se poseen muchos datos biográficos de Egeria, toda la información disponible de ella la sabemos gracias a sus cartas. De ella se puede extraer que podría ser originaria de lo que entonces era Gallaecia, y hay quien ha especulado que podría ser de la comarca de El Bierzo. 

Además, se la emparentaba con la primera mujer de Teodosio el Grande o, en definitiva, emparentada con la realeza. Lo que está claro es que era una mujer adinerada y aristócrata, hecho que le permitió viajar cómoda y segura en una época en la que los viajes eran de todo menos cómodos y seguros para una mujer. 

Además, también denotaba ser una mujer culta y muy curiosa, además de religiosa. Literalmente ella misma se definía como “de ilimitada curiosidad”.

Esta curiosidad ha sido la que la llevó a recorrer el mundo y narrar sus aventuras en unas cartas que dirigía a sus “dominae et sorores” con un tono muy desenfadado. 

¿Por qué quiso Egeria recorrer el mundo?

Tengamos en cuenta que en el siglo IV viajar no era fácil: casi siempre era a pie y eras objetivo de asaltos o sucesos peores, además de tener que acostumbrarte a dormir entre arbustos. 

Sin embargo, aristócratas como Egeria estaban bien guardadas gracias a que a las mujeres de su posición se les daba cobijo y comida, bien fuese por los obispos de la localidad o por los aristócratas que allí residiesen. 

Si nos situamos en contexto, una generación antes que Egeria, Elena, madre del primer emperador cristiano (Constantino) ya marcó tendencia desenterrando la Santa Cruz del Gólgota en su afán por seguir las palabras del Evangelio. 

Tras este hecho, todo el mundo quería caminar los mismos pasos que Jesús, ya que ante el nuevo imperio cristiano que acababa de surgir, querían demostrar que eran fieles devotos.

Y por supuesto, Egeria también quería ser una peregrina privilegiada que pudiera visitar los Santos Lugares, por lo que, acompañada de un séquito emprendió el camino. Aunque, según ella misma dice, todo esto lo emprende por su ilimitada curiosidad y su afán de aprender de la vida, sin que le importasen demasiado las modas del momento.

El itinerario de Egeria y su viaje por los Santos Lugares

En las cartas que escribió la primera turista de la historia faltan datos, pues hay partes incompletas al principio y al final, pero más o menos se puede sacar el siguiente rumbo:

• Desde Gallaecia, siguió hasta los Pirineos y tomó la Vía Domitia (entonces, la vía más segura y directa para viajar hasta el norte de Italia).
• Cruzó el río Rodrano, llegando después al Eufrates.
• Llegó a Constantinopla y siguió hasta la Capadocia.
• Pasó por Tarso y Antioquía, llegando por fin a Jerusalén.
• Desde Jerusalén, va hasta Samaria y Galilea, pasando después al desierto de Tebaida.
• Llega al Monte Sinaí, pasa por Pharan y Clysma y regresa a Jerusalén a través de Gessen.
• De nuevo en Jerusalén, pasa por el río Jordán hasta el monte Nebo, visitando varios lugares hasta volver de nuevo a Jerusalén, donde pasa La Pascua.
• Al regresar, da un rodeo por Mesopotamia y pasa una temporada en Edesa.
• Se dirige a Harán buscando las huellas de Abraham, pero fue un intento fallido debido a que fue tomada por los persas.
• La última carta conservada detalla que quería dirigirse a Asia Menor a seguir visitando lugares venerados. Pero nunca se supo si lo consiguió y si pudo después regresar a Gallaecia, su tierra natal.

¿Qué te parece la historia de Egeria, la primera viajera de la historia? Esperamos que te haya resultado tan interesante como a nosotros. Recuerda que en MEGA, el Museo de Estrella Galicia, estamos muy orgullosos de nuestra tierra y queremos que para que te empapes del verdadero espíritu gallego a través de nuestras visitas, talleres y packs especiales con catas de cerveza y maridajes.

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