El recipiente en el que se consume cada cerveza está muy vinculado a las tradiciones de la región de la que procede. Más allá de este componente estético o histórico, algunos formatos permiten apreciar mejor las características de determinados tipos de cervezas. A continuación hacemos un repaso por la cristalería más común. ¡Toma nota!
COPA FLAUTA
La copa flauta, heredera de un formato clásico usado en el Champagne, es alta y fina. Ya sea lisa o con formas redondeadas, con mayor o menor tallo, la parte superior siempre es algo más ancha, permitiendo retener la corona de espuma y disfrutar de los aromas de las cervezas más delicadas. La forma estilizada también es ideal para apreciar el color de la cerveza, su transparencia y muy especialmente tanto el nivel de carbonatación como el tamaño de las burbujas.
La copa Flauta suele tener una capacidad que va desde los 15 a los 40 cl y es el tipo de copa ideal para las variedades Pilsner Alemana, Pilsner Checa, Lambic y Roja Flamenca.
VASO PILSNER
Como su nombre indica, es un vaso originalmente concebido para el consumo de las icónicas cervezas Bohemias. Con la excepción del tallo, que es mucho menor, mantiene algunas de las características de la flauta, haciéndolo óptimo para cervezas con buena carbonatación, brillantes y refrescantes. Las versiones alemanas y checas suelen estar fabricadas con vidrio fino mientras que las destinadas a Lagers internacionales son más robustas.
Con una capacidad de entre 25 y 33 cl, este vaso es ideal para la cerveza Pilsner Alemana, Helles, Pilsner Checa, Lambic y cervezas de frutas. Prueba una Czech Premium Pale Lager en un vaso Pilsner, observa cómo se mantiene la espuma de la cerveza y aprecia todas sus características.
COPA TULIP O TULIPA
Con un considerable tallo (mucho mayor que el de la copa Snifter), forma de tulipán (de ahí su nombre), buen cáliz y una boca que puede ser recta o terminar abriéndose para contribuir a retener la espuma y liberar un exceso de aromas, la copa Tulipa (20-50 cl) es un formato ideal para las cervezas con cuerpo y matices más potentes.
Aunque la Copa Tulipa es ideal para variedades de cerveza como Strong Lager, Bock, Dopplebock, Especiales Belgas o Doble IPA; muchos la consideran una copa “todoterreno” ya que con la excepción de algunos estilos (como las Weissbiers) casi todas las cervezas se comportan adecuadamente en ella. Nuestra recomendación: prueba una Belgian Golden Strong Ale en una copa Tulipa y observa cómo retiene la espuma y permite captar los aromas de la cerveza.
VASO WEIZEN
Alto, con una base estrecha que se sostiene en un pie muy consistente y pesado. Las paredes son lisas o ligeramente redondeadas y la boca puede ser abierta en las versiones de líneas más geométricas o algo cerrada en aquellas que terminan en forma de bulbo. Su gran tamaño (desde 25 cl a 5 l) se debe a que el formato estándar de las cervezas de trigo alemanas o Weizenbiers es el medio litro. En algunos casos el vaso Weizen (especialmente en las versiones con capacidad inferior a los 50 cl) puede confundirse con el vaso Pilsner.
La forma alta permite la formación de una espuma que corona un servicio óptimo de las versiones sin filtrar y un buen comportamiento de la elevada carbonatación característica del estilo. En función de la mayor o menor propensión de sus cervezas a formar corona de espuma, los fabricantes suelen optar por bocas más abiertas o cerradas. Este tipo de vaso es ideal para variedades de cerveza como Weissbier, Dunkels, Weizenbock y Witbier.
COPA SNIFTER
Aunque originalmente este tipo de copa se utilizaba para consumir destilados como el cognac, el brandy o el whisky, el Snifter ha encontrado un nuevo uso en el mundo de la cerveza. Con diferentes capacidades (30-50 cl), sus principales características son la generosidad del cáliz (de forma redondeada), un tallo corto que permite “abrazar” la copa con la mano para atemperar el contenido y una boca estrecha que retiene los aromas.
Su cuerpo muy ancho se convierte en un aliado perfecto para cervezas muy aromáticas y complejas como Barley Wine, Imperial Stout, Imperial Porter, Strong Lager, Eisbock, Doppelbock o Old Ale; además, facilita la formación de espuma y su persistencia. Cuando se procede a beber, la inclinación y lo generosos de sus formas hace que los aromas se expandan y los diferentes matices ocultos de las cervezas más complejas puedan apreciarse mejor.
COPA CÁLIZ
Muy vinculada a especialidades belgas como las Cervezas de Abadía y las Trapenses, el cáliz tiene un tallo muy largo y un cuerpo amplio que puede ser esférico o ligeramente redondeado. Su amplia boca permite que las potentes notas a malta, frutas y especias se liberen con facilidad, lo que ayuda a un mayor disfrute de la bebida al no saturar la nariz.
Una versión muy característica de la copa Cáliz (30-50 cl) se usa tradicionalmente en la Berliner Weisse, la ácida cerveza de trigo de Berlín. También es ideal para Dubebel, Triple, Quadrupel, Doppelbock, Berliner Weisse. Te recomendamos que degustes una Trappist en este tipo de copa, gracias a su forma permite crear una fina capa de espuma y una excelente apreciación de todos sus matices.
COPA TEKU
Esta copa fue diseñada en el 2006 por Teo Musso (Le Baladín) y el experto de análisis sensorial Lorenzo Davove (Kuaska). Nace como la copa universal para la cata y degustación de cerveza. Posee un tallo alto y fino que permite el agarre sin alterar la temperatura. Además, se abre de forma más esbelta que la clásica tulipa y con un mayor diámetro permitiendo captar los matices de los diferentes estilos de cerveza y la formación de espuma. La copa Teku suele tener una capacidad de 33 o 50 cl y es perfecta para catar cualquier estilo de cerveza.
CLAVES PARA UN BUEN USO DE LA CRISTALERÍA
Independientemente del tipo de copa elegida para la cerveza, es importante tener en cuenta cuatro puntos fundamentales:
- Limpieza: es indispensable que la copa esté bien limpia. Los restos de jabón podrían afectar a la formación de la espuma, al aroma y al gusto de nuestra cerveza.
- Uso exclusivo: no uses las copas en las que sirves tu cerveza para otras bebidas. Aunque una buena limpieza debería eliminar cualquier residuo, algunas bebidas (especialmente aquellas con contenido lácteo) forman una película invisible en las paredes de la copa que podría influir en la degustación.
- Buen estado: conserva tus copas en estado óptimo. Las rayaduras pueden dificultar la apreciación de la cerveza y hacer más complicada su limpieza.
- Temperatura: las copas, vasos y jarras de cerveza nunca deben estar en congeladores o neveras. El frío extremo oculta muchos de los matices más interesantes de una cerveza y la cristalería puede adquirir aromas ajenos a nuestra cerveza.