¿Has oído hablar alguna vez del feísmo gallego? Este curioso nombre hace referencia a un estilo arquitectónico proveniente de Galicia. Descubre más en este post.
Este curioso término en realidad tiene su porqué: si alguna vez has oído hablar del término “feísmo” en arquitectura, no están hablando de personas: están hablando de construcciones que, como bien dice el nombre, dejan mucho que desear.
Y es que en Galicia aparte de paisajes de ensueño y todo un gran patrimonio cultural, resulta que abundan este tipo de construcciones que parecen “a medio hacer”, que desentonan con el paisaje tan bello que tenemos. A pesar de nuestra riqueza cultural y paisajística, estas prácticas en arquitectura se volvieron habituales y dejan una mancha que es importante conocer. Ya sabes: aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla.
Así que vamos a contarte a continuación qué es el feísmo gallego, sus causas y cómo surgió el término.
¿CÓMO SURGIÓ EL FEÍSMO GALLEGO?
El “feísmo” atribuido a la arquitectura gallega se refiere a un conjunto de usos y soluciones arquitectónicas llevadas a cabo en Galicia durante la década de 1960. No se trata de una tendencia estética oficial ni ninguna escuela artística de renombre, sino que este término se utilizó para definir la percepción colectiva sobre cuestiones urbanísticas, medioambientales, paisajísticas y sociales.
Se asocia con Galicia porque, según los expertos, una vez se llega a la frontera con Asturias, León y Portugal desaparece esta tendencia. A pesar de su relación con el territorio gallego, también son apreciables estos usos en Canarias y algunas ciudades de América Latina.
Ha llegado a ser muy relevante en cuanto a la problemática arquitectónica, llegando incluso a celebrarse congresos y foros de expertos para buscar soluciones a esta práctica que, en definitiva, queda asumida como “canibalismo turístico”: construcciones que no encajan en el paisaje, a medio terminar, que rompen la armonía estética y funcional del paisaje.
A pesar de su comienzo en los años 60, internet ha sido una herramienta clave para darle no solo más visibilidad, sino facilitar más su comprensión y la búsqueda de soluciones factibles.
¿QUÉ CARACTERIZA AL FEÍSMO GALLEGO?
En el feísmo gallego (e incluso en el que puedes encontrar en Canarias o Latinoamérica), las construcciones propias de este movimiento tienen una serie de rasgos en común:
• Coexisten varias órdenes y estilos arquitectónicos sin ningún tipo de coherencia estética o funcional.
• Se mezclan materiales constructivos, muchas veces con un resultado de baja calidad.
• En muchas ocasiones no existen remates ni tampoco acabados exteriores. De hecho, las edificaciones suelen carecer de alineamiento en cuanto a sus alturas.
• Edificios sin terminar cuyo proceso de construcción se prolonga innecesariamente durante años.
• Ornamentos innecesarios que descuadran en cuanto a armonía y estética, suponiendo un gasto excesivo y nada coherente.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DEL FEÍSMO EN LA ARQUITECTURA GALLEGA?
El “feísmo” gallego puede entenderse en base a una serie de causas:
• Una tasa de dispersión demográfica alta (de hecho, el feísmo se da más en zonas rurales que en las ciudades principales).
• Una legislación urbanística muy cambiante y poco clara que ha llevado a dejar proyectos sin terminar o a deforestación de arboledas sin justificación para ganar terreno no utilizado posteriormente.
• Una fuerte especulación urbanística y del suelo, lo que ha llevado también a una tendencia hacia la autopromoción, además de construcciones inexactas sin plano.
• La tradición es arraigada en cuanto a la edificación por temporada, a la par que hay una tendencia muy clara hacia la ostentosidad innecesaria y nada favorecedora en algunas construcciones.
Una de las plataformas que más eco se ha hecho en la lucha contra el feísmo ha sido la de Maltrato da Paisaxe, creada por el arquitecto Carlos Henrique Fernández Coto (responsable también de la página “Canibalismo urbanístico” quienes desde 2011 buscan hacer más visible todos estos casos gallegos a la par que aportar concienciación a la ciudadanía y autoridades sobre una realidad que, lejos de permanecer en los años 60, sigue muy presente.
Se ha hecho tan popular que incluso el periódico de La Voz de Galicia contiene una sección denominada “Chapuzas Gallegas”, buscando un tono satírico y crítico con esta realidad.
Por supuesto, hay arquitectos que defienden esta tendencia, como el arquitecto Iago Carro, que manifiesta su aprobación ante el reciclaje y la reutilización de espacios y objetos. Como ves, es un tema que puede generar controversia.
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